11 de marzo de 2013

Dakar (Fann Hock). 08:57.

La lucha senegalesa es el deporte rey en el país, muy por encima del fútbol, aunque también haya afición. Aquí los luchadores son auténticos héroes de masas y en cada barrio están orgullosos de los suyos.

Curiosamente, el único luchador no africano que practica este deporte es español, canario exactamente. Se llama Juan Espino, pero aquí le conocen como el “león blanco” o Juanito. Aunque Juanito tiene una envergadura considerable. De hecho, todos los luchadores son moles hipermusculadas… Me río yo de la masa de Stan Lee.

El pasado fin de semana he podido disfrutar de una fantástica jornada de lucha en el estadio Demba Diop. No pelean muy a menudo, así que en una tarde puedes ver hasta seis combates. Duran menos de un minuto (es una mezcla entre lucha grecorromana y sumo, aunque aquí también permiten los tortazos con la palma abierta en la cara) y, aunque ver a esos tipos enfrentados impacta, lo realmente interesante son las danzas y rituales previos a los combates, tanto de los luchadores y sus ayudantes, como de los miles de aficionados que, desde 2000 FCFA (unos 3€) pueden acceder al estadio para animar.

El carácter animista del país hace que sean más influyentes en el combate los rituales del marabou que ejerce de entrenador que la propia preparación del luchador. Aunque se preparan a conciencia, eso sí.

En esta ocasión, el león blanco se hizo con la victoria en su combate contra Cobra y muy amablemente vino a saludar a la esquina del estadio donde nos juntábamos unos cuantos españoles y senegaleses para animarle.

Sin duda, una experiencia muy recomendable si visitas Dakar, te guste el deporte o no.

12 fotos. Marzo 2013.

39 fotos. Mayo 2012.

21 fotos. Mayo 2012.

14 fotos

16 de diciembre de 2011

Yaoundé (Bastos Quartier).23:36.

La semana pasada, durante la ceremonia de clausura del festival Images en Live, tuve la oportunidad de ver el documental suizo Europaland. Trata sobre la imagen que algunos ciudadanos de Yaoundé tienen de Europa; algunos que han estado  y otros que no han estado nunca (la mayoría). Evidentemente, no es representativo de toda la ciudad y mucho menos de Camerún (son 20 millones) pero me resultó interesante ver algo que tenemos en común: tanto la idea preconcebida que tienen los africanos de Europa, como los europeos la tenemos de África, son muy poco acertadas. En mi opinión, la única forma de saber cómo son las cosas es conocerlas de primera de mano. Y escuchar a la gente. Los medios de comunicación engañan a las personas aquí y allí, creando falsas esperanzas a unos y temores infundados a otros. Como ya dije, la corrupción y la mentira son denominador común en ambos continentes.

He visitado algunos colegios e institutos estos días. Puedo decir que las actuales y próximas  generaciones en Camerún son gente muy bien preparada en diversos ámbitos, pero con un gran problema: la falta de recursos. He conocido algunos profesores que hacen auténticos esfuerzos para dar clase de cualquier asignatura, en cualquier parte y en cualquier condición. La cosa es aumentar el conocimiento. Pero necesitan  recursos e infraestructuras (como la mayoría de sectores aquí). Y reciben con mucha cordialidad el interés de los extranjeros en sus actividades. Es muy enriquecedor compartir pensamientos y opiniones con personas de lugares tan distintos.

Aquí, cada vez que el presidente Biya o su mujer salen en coche para algún evento, les acompaña una caravana de unos 50 o 60 vehículos, incluidos coches blindados, vehículos de asalto, motos, ambulancias… y cortan la mayoría de calles de la ciudad, a la vez que se inundan de militares y policía. Incluso, algunas veces, desalojan edificios para que la gente mire la comitiva pasar. Pero en realidad, la mayor parte del tiempo está fuera de Camerún. Muchos ciudadanos dan por ciertas las posibles irregularidades en las últimas elecciones. Y muchos periódicos y medios  le critican duramente. Aquí la libertad de expresión está interiorizada.

Pocas novedades en la sección gastronómica; he probado la mandioca, que es típico aquí. Está fermentada y va envuelta en hojas. No podría definir el sabor pero no me entusiasmó. Lo comen para acompañar, como el pan. Si me gustan unas pequeñas empanadas con carne picada, verdura y una salsa picante. La carne es de vaca, que aquí tienen joroba, unos cuernos enormes y son más grandes que las de España.

El lobo vuelve a casa por Navidad, que mis 15 días con la familia y los amigos no me los quita nadie. Tendré oportunidad de disfrutar del frío de la llanura manchega (Es extraño estar a más de 25 grados en diciembre) y compartir buenos momentos con mi gente.

A partir de enero, tengo intención de conocer el oeste y el norte del país. Camerún es conocido como África en miniatura porque reúne prácticamente toda la diversidad del resto del continente, así que hay muchas diferencias dentro del país. Espero ver gran parte de ellas durante los próximos meses.

Hay mucha diferencia entre viajar para ver países y viajar para ver pueblos.

Jean Jacques Rousseau (1712-1778) Filósofo francés.

26 fotos. Diciembre 2011